Llega un momento en el que no puedes dar más de lo que das,en el que aunque lo intentes, admites que hay personas con las que nunca vas a conjeniar,a las que nunca vas a poder mirar a los ojos y decirles un: "te quiero" que te salga con sentimiento. Cuando llega ese momento, abrir los ojos y aceptar que no tienes nada que hacer con ellos es lo único que puede salvar de no caer en la mentira,o en una verdad disfrazada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario